La
vieron venir desde hace mucho, aunque para casi todos es algo nuevo, algo
parecido a la historia del monstruo debajo de la cama que debido a la lógica de
aquellos días, no muchos se atrevieron a confirmar. La TV muestra imágenes brutales
en las calles por las que alguna vez he caminado y también imágenes aún más
violentas de calles que no pienso ni buscar en Google Maps.
Las tomas por TV después del asesinato de Colosio y las escenas después del
levantamiento en Chiapas, los primeros reportes del Mocha Orejas y las primeras
historias de lo fino y tiernos que son los carteles de la droga, todo eso ya se veía venir. Aunque la realidad
es que el país ya estaba más ensartado que una actriz porno cerca del retiro. Cuantas
veces el viento ha escuchado la plegaria de “justicia y respuestas”?. Cuantas
generaciones nacieron y murieron “en crisis” y cuantas más vivirán en el mismo
cuento? Cuantos “porque?” se han lanzado
al aire y la respuesta siempre ha sido un laberinto?
Aun no conozco persona alguna que me diga “Cuando nací, un representante del
Gobierno, un notario, un abogado y una edecán
muda vinieron a darme la bienvenida al hospital. Me explicaron que vivimos en
una verdadera democracia en la cual la ley de la mayoría se lleva a cabo, yo
era muy pequeño para saber lo que era una democracia, entonces me mostraron un
diccionario y me explicaron que como la mayoría de los mexicanos eran unos
pendejos que se educaban con la televisión, votaban por el candidato a presidente
que les decía el aparato. Me contaron que los partidos políticos y las
instituciones públicas son barriles sin fondo, que el gobierno instaura políticas
devastadoras para incrementar el número de pobres que eventualmente se convertirán
en suministro de votos baratos para poder ser usados en todas las elecciones.
Me explicaron que la libre empresa no existe, solo hay compañías controladas
por amigos y mecenas del régimen en turno y estas compañías funcionan más al
estilo de una tienda de raya. El abogado, que curiosamente era un hombre leído,
me explico lo que es un Hobson’s Choice y me advirtió que iba a encontrar mucho
de eso si alguna vez decidía iniciar un negocio. Finalmente los tres fueron tomando turnos para
advertirme que sin importar la condición social en la que fuera a vivir, a
todos se les adoctrina para creer que se tiene un pasado glorioso, un presente difícil
y un futuro brillante; que es mejor estar unidos y obedecer, en lugar de
criticar y cuestionar en la soledad del exilio social. De la nada, empezaron
los tres a recitar al mismo tiempo que la bandera, el mapa y las instituciones son
más importantes que el individuo, la familia, la comunidad… y que todo lo demás...”
La mayoría la vio venir y sintió que el alma se le iba al buscar el primer
empleo, con 18 o 22 años de “educación” y darse cuenta que eran insuficientes,
motivos de burla a los estándares marcados por los Amos. Después de cobrar el
primer sueldo y los impuestos eran como haber derramado una botella de Châteauneuf-du-Pape afuera de Metro Zaragoza. Allí
muchos se dieron cuenta que el mayor enemigo del mexicano es otro mexicano.
DasMulo 3-17-14