En una de esas andanzas por España con mi amigo Mr. Langa, llegando a Cantabria desde Burgos, en una recién caída fría noche de otoño, hace ya varios ayeres… recién bajados del bus.
AC- “Pero que puto frio hace!”
L- “Ja! Tantos años de colegio y ya puedes deducir eso!”
AC- “Pendejo…”
L- “No, enserio…”
AC- “Bueno, que tenemos que cubrirnos del frio, beber y comer, no?”
L- “Genio!”
AC- *Mano Fico*
Pero que es Cantabria?
Cantabria es conocida como la España Verde y el clima es parecido al de Oregón (razón original de este viaje). Es una región con un clima húmedo oceánico, con veranos cálidos e inviernos medio fríos (es lo que me contaron, porque esa noche de otoño, hacia un frio del carajo!). Cantabria tiene un fenómeno muy curioso muy raro llamado "suradas" (el Viento de Ábrego) que causa la lluvia tan particular… además de su historia por la que pasan los romanos. España es sin duda un país mágico, no importa por donde se le mire.
*Chasquido
de dedos*
Langa y yo entramos en un lugar llamado, la Taberna de Miguel, no porque nos lo hubieran recomendado, sino porque el lugar está pegado a un hotel, llamado Posada de los Duendes… lo cual se nos hizo muy divertido ya que Langa y yo, pasamos el 1.95 metros de estatura. La idea era emborracharnos con todo lo que encontráramos, entrar a la Posada de los Duendes y llevarnos de souvenir un par cada uno… o al menos “que nos llevaran con su líder”…
Conquistamos la mesa que queríamos (cerca del alcohol), pusimos nuestras mochilas a los lados y empezamos a pedir “Chupitos*”. Después de varias oleadas de chupitos tomando por asalto nuestra mesa, cerebro, sangre y billetera, decidimos que era hora de empezar a pedir algo para comer.
Deben entender que cada región es única y con un orgullo bien puesto. No importa que los libros y Chefs digan que el mejor aceite de olivo viene de Jaén, porque TODAS las regiones te dirán que ellos tienen el mejor aceite y la historia se repite con todo lo demás. Así que, Mr. Langa y yo, recién bajados de Burgos y con un aire de arrogancia, que no se ha ido hasta el momento, decidimos abrir el pico al unísono y decirle a nuestro mesero:
“Impresiónanos...”Ahora que lo pienso, creo que hubiera preferido un golpe de Mike Tyson.
Lo primero que llego a nuestra mesa fue el pan, caliente con una mantequilla un poco “quesosa”, lo siento, no tengo otra forma de como describir la sensación ni la textura. Teníamos un buen plato de jamón curado, aceitunas, las bebidas seguían en pleno asalto, de repente aparecieron unas malvadas Anchoas en Cazuela… deliciosas, pero también acabaron siendo derrotadas! Justo en ese momento, cuando pensábamos que habíamos derrotado a Cantabria y podíamos ir a capturar duendes, vimos llegar ese monstruoso, pero delicioso, Cordero Lechal.
Sé que much@s de ustedes son Pro Derechos Animales y creanme, yo tambien... a mi manera. Aunque el cordero lechal es un cordero que aún no ha sido destetado, créanme, este es un plato que vale la pena y probablemente solo lo podrán comer una vez en la vida… o diario, si se mudan a esta región y aguantan el cargo de culpa... como los calamares bebe de Flushing, NY.
El primer golpe que recuerdo fue el de ajo y perejil, en una suave carne de cordero… una experiencia reconfortante, de esas veces que comes con una sonrisa en la boca, sin importar el orden de los cubiertos, sin darte cuenta que de la nada, estas comiendo con la boca abierta… en realidad es un plato muy fácil de preparar, de hecho lo he preparado en casa varias veces. Así de suave, así de fácil, se fue del plato.
En el Cántabro, las cosas se toman con mucha calma, no hay prisa y como no hay prisa, nosotros decidimos relajarnos un poco viendo los huesos del corderito que nos acabábamos de zampar… yo veía los vasos que aún seguían en la mesa y algunos platos, mientras Langa le echaba el ojo a una canadiense que estaba sentada a unos metros de nosotros.
L- “Mesero…”
M- “Si?”
L- “La rubía de allá, viene sola?”
M- “No… viene con otra chica…”
AC- “Perfecto! Invite a la chicas otro de lo que estemos tomando!!
M- Claro! Un cocido montañés o un Cordero Lechal?
AC & L- “Chupitos! Mejor invíteles unos chupitos.”
*Chasquido de dedos*
AC- “Espérate! Cocido montañés? ”
L-“Pero, nosotros no pedimos más comida, hombre!”
M-“Me dijeron que los impresionara, no?”
AC- “puta madre…”
Mientras veíamos a las canadienses beber, que por cierto se llamaban Emma y Jenn, con una sensación de volver a ser críos regañados por nuestras respectivas madres y no poder salir a jugar hasta terminar la cena, Langa y yo nos armamos de valor y enfrentamos el tan temido Cocido Montañés. Tenía una idea muy vaga de lo que podría ser, pero no me podía sacar de la cabeza la fabada asturiana o el cocido madrileño de hacía unos días.
Langa y yo entramos en un lugar llamado, la Taberna de Miguel, no porque nos lo hubieran recomendado, sino porque el lugar está pegado a un hotel, llamado Posada de los Duendes… lo cual se nos hizo muy divertido ya que Langa y yo, pasamos el 1.95 metros de estatura. La idea era emborracharnos con todo lo que encontráramos, entrar a la Posada de los Duendes y llevarnos de souvenir un par cada uno… o al menos “que nos llevaran con su líder”…
Conquistamos la mesa que queríamos (cerca del alcohol), pusimos nuestras mochilas a los lados y empezamos a pedir “Chupitos*”. Después de varias oleadas de chupitos tomando por asalto nuestra mesa, cerebro, sangre y billetera, decidimos que era hora de empezar a pedir algo para comer.
Deben entender que cada región es única y con un orgullo bien puesto. No importa que los libros y Chefs digan que el mejor aceite de olivo viene de Jaén, porque TODAS las regiones te dirán que ellos tienen el mejor aceite y la historia se repite con todo lo demás. Así que, Mr. Langa y yo, recién bajados de Burgos y con un aire de arrogancia, que no se ha ido hasta el momento, decidimos abrir el pico al unísono y decirle a nuestro mesero:
“Impresiónanos...”Ahora que lo pienso, creo que hubiera preferido un golpe de Mike Tyson.
Lo primero que llego a nuestra mesa fue el pan, caliente con una mantequilla un poco “quesosa”, lo siento, no tengo otra forma de como describir la sensación ni la textura. Teníamos un buen plato de jamón curado, aceitunas, las bebidas seguían en pleno asalto, de repente aparecieron unas malvadas Anchoas en Cazuela… deliciosas, pero también acabaron siendo derrotadas! Justo en ese momento, cuando pensábamos que habíamos derrotado a Cantabria y podíamos ir a capturar duendes, vimos llegar ese monstruoso, pero delicioso, Cordero Lechal.
Sé que much@s de ustedes son Pro Derechos Animales y creanme, yo tambien... a mi manera. Aunque el cordero lechal es un cordero que aún no ha sido destetado, créanme, este es un plato que vale la pena y probablemente solo lo podrán comer una vez en la vida… o diario, si se mudan a esta región y aguantan el cargo de culpa... como los calamares bebe de Flushing, NY.
El primer golpe que recuerdo fue el de ajo y perejil, en una suave carne de cordero… una experiencia reconfortante, de esas veces que comes con una sonrisa en la boca, sin importar el orden de los cubiertos, sin darte cuenta que de la nada, estas comiendo con la boca abierta… en realidad es un plato muy fácil de preparar, de hecho lo he preparado en casa varias veces. Así de suave, así de fácil, se fue del plato.
En el Cántabro, las cosas se toman con mucha calma, no hay prisa y como no hay prisa, nosotros decidimos relajarnos un poco viendo los huesos del corderito que nos acabábamos de zampar… yo veía los vasos que aún seguían en la mesa y algunos platos, mientras Langa le echaba el ojo a una canadiense que estaba sentada a unos metros de nosotros.
L- “Mesero…”
M- “Si?”
L- “La rubía de allá, viene sola?”
M- “No… viene con otra chica…”
AC- “Perfecto! Invite a la chicas otro de lo que estemos tomando!!
M- Claro! Un cocido montañés o un Cordero Lechal?
AC & L- “Chupitos! Mejor invíteles unos chupitos.”
*Chasquido de dedos*
AC- “Espérate! Cocido montañés? ”
L-“Pero, nosotros no pedimos más comida, hombre!”
M-“Me dijeron que los impresionara, no?”
AC- “puta madre…”
Mientras veíamos a las canadienses beber, que por cierto se llamaban Emma y Jenn, con una sensación de volver a ser críos regañados por nuestras respectivas madres y no poder salir a jugar hasta terminar la cena, Langa y yo nos armamos de valor y enfrentamos el tan temido Cocido Montañés. Tenía una idea muy vaga de lo que podría ser, pero no me podía sacar de la cabeza la fabada asturiana o el cocido madrileño de hacía unos días.
Y así fue! No en la forma de en cocido madrileño, maragato o lebaniego, (no
tenía garbanzos) pero si tenía muchas alubias blancas y la maravillosa berza,
que es una planta de esta región del norte de España, es parecida a una col
suave. Y no puede faltar el elemento que
le da magia a la comida, LA CARNE! Aunque aquí se le llama “Compango” y es un delicioso equipo de chorizo, costilla,
morcilla y tocino.
Cuando el Cocido llego a nuestra mesa, solo vimos el vapor salir de la olla, vimos un plato con piezas de carne humeante salir del mismo… vi mi vaso a medio llenar, le di un buen trago y pedí otro…
*Chasquido de dedos*
AC- “Güey, güey…”
L- “Si, ya lo vi…”
AC- “No queda de otra, más que tragárnoslo…”
*Chupito- es un caballito o shot, de 30
mililitros de líquido que tenga una alta graduación alcohólica.Cuando el Cocido llego a nuestra mesa, solo vimos el vapor salir de la olla, vimos un plato con piezas de carne humeante salir del mismo… vi mi vaso a medio llenar, le di un buen trago y pedí otro…
*Chasquido de dedos*
AC- “Güey, güey…”
L- “Si, ya lo vi…”
AC- “No queda de otra, más que tragárnoslo…”
Receta Lechal al Horno- http://bit.ly/12WHtpS
Receta Cocido Montañés- http://bit.ly/UCjcBo
Receta Anchoas en Cazuela- http://bit.ly/S3UVWV
Taberna de Miguel- http://on-msn.com/TvjgTC
P.D. Existe el "Proyecto Chupito", son bebidas "contenidas en un vaso de 30ml. Mi favorito, es el Chupito de Ron de miel, cubierto con nata y canela. http://bit.ly/fEkGm0
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